Los seres humanos somos individuos que viven en comunidad y en relación con los demás animales es la racionalidad en el comportamiento y la inteligencia para vivir y una buena organización lo que nos diferencia de las demás especies del mundo, no queremos decir que los animales no saben vivir en comunidad pues muchos tal vez están mejor organizados que las mismas personas, pero en este artículo vamos a hablar de los humanos.
A pesar de lo expuesto, anteriormente dentro del círculo de la humanidad cada uno manejamos nuestra propia independencia, nuestra propia vida, cada uno de nosotros tenemos gustos, formas de vida, costumbres y/o comportamientos diferentes.
Con base a esto surge una gran pregunta: Si cada uno somos diferentes con nuestra forma de vida ¿Qué pasa cuando decidimos compartir con otra persona nuestra vida y aún más prometer estar juntos bajo toda circunstancia “hasta que la muerte nos separe”?
El matrimonio es un acontecimiento magno el cual si se hace bajo nuestra propia voluntad y realmente convencidos de que un gran amor invade nuestra vida, es algo maravilloso, bueno, fortalece y renueva nuestras ganas de seguir adelante, aún más si tenemos en cuenta que asumimos una bonita responsabilidad y hay otra persona que junto a nosotros está dispuesta a complementarse y seguir juntos hacia una misma meta.
A pesar de ello un matrimonio no funciona con solo una bendición o un compromiso adquirido previamente, como todo y más que todo necesita alimentarse cada día por los dos, alimentarse con valores, detalles, comportamientos adecuados e independencia.
Bajo los anteriores preceptos, acompañado de mucho amor, unos cuantos concejos pueden ayudar a que un matrimonio se mantenga y esté fortalecido por la felicidad.
- Una de las principales causa para que un buen matrimonio comience a tambalear y a sufrir más de seguido discusiones, malos entendidos, por tanto un continuo diálogo y comunicación es de mucha importancia y arregla mucho mejor que los gritos y palabras ofensivas.
- El respeto por el otro, respetar y aceptar sus cualidades y defectos, saber que nadie es perfecto pero si es capaz de mejorar y cambiar comportamientos nocivos para la pareja y para sí mismos y fortalecer nuestras debilidades para convertirlas en fortalezas.
- Brindar espacios al otro, es muy importante saber que tu pareja no está inmersa en ti, por el contrario es otra persona que comparte contigo, pero al igual que tú, necesita su propio espacio, tiene derecho a su intimidad, a tener espacios de tiempo para sí mismo y comparte contigo, mas no son un clon que funciona de la misma manera en todo.
- No caer en la rutina, es una causa importante en los matrimonios que lleva al aburrimiento, a perder sentido a todo y a caer en una cotidianidad desagradable. Se debe alimentar la convivencia con detalles, innovar, hacer algo diferente con frecuencia etc.
- Por último la confianza, confiar en el otro es seguridad y estabilidad para los dos.