La mano poderosa es una imagen que si bien para muchos no puede significar nada por causas de desconocimiento o falta de fe, para otros es más que una simple retrato; su significado se encuentra directamente relacionado con el poder divino de la creación, con la cual podrás obtener beneficios de protección y bendición.
Es una poderosa oración de protección, utilizada por diferentes culturas desde tiempos remotos en donde la fe y la creencia en el Dios todo poderoso se hacían latente, especialmente eficaz para casos difíciles de solucionar y/o de alcanzar protección. Por muchos es utilizada como amuleto o talismán, pues bien cumple funciones de amparo, defensa y auxilio sin igual.
Muchas son las experiencias exitosas de refugio en la mano poderosa y con ello innumerables testimonios que dan fe del poder tan grande que dicha oración reposa en sus frases divinas, las cuales podrás utilizar en virtud de orar para obtener protección en todo momento y lugar.
Antes de iniciar con la oración se recomienda hacer la petición hacia Dios y a cada una de las personas que figuran en su imagen, el Niño Jesús, María su madre, San José su padre adoptivo, Ana y Joaquín padres de María quienes harán parte del ritual como intercesores a tu favor ante el creador.
Posteriormente recitaras la oración de esta manera, durante 15 días, en donde para el octavo día podrás ver realizada tu petición.
Aquí vengo con la fe de un alma cristiana,
A buscar tu misericordia
En situación tan difícil para mí.
No me desampares,
Y la puerta que quiera abrirse en mi camino
Sea tú mano poderosa la que me la cierre
Para no entrar en ella si no me conviene,
O me la dejes abierta
Si ha de volver mi tranquilidad tanto tiempo deseado.
A tus pies dejo esta suplica,
Que te hace un alma obligada por el destino
A grandes sufrimientos,
Que ya no puede combatir
Si tu mano poderosa no detiene la ley de la razón.
Dios mío, perdona los desaciertos
Que yo he cometido durante esta existencia,
La cual llevo de frente;
Dame fuerzas para soportar las amarguras de esta vida.
Amen.
Al final se rezan tres padres nuestros y tres Ave Marías.