A San Benito se le cataloga como uno de los primero fundadores de religiosos, de origen Italiano, natal del municipio de Nursia en el año de 480, de padres nobles, sin duda una persona especial con gran fe en Dios y de una espiritualidad increíble, tanto así que muchas fueron las personas que se acercaba a él para recibir un concejo o dirección espiritual.
Para el año 529 en Montecasino funda el famoso monasterio, del cual hasta el momento hace honor a su nombre, siendo popular y famosos por muchos siglos; además de este monasterio contribuyo a la construcción de conventos, centros de formación y cultura, lugares en los cuales junto a la ayuda de la comunidad a la que pertenecía logro evangelizar a muchas personas de que seguían caminos extraviados, invocando la ayuda para el amor con sigo mismo y con el prójimo.
De sus milagros mucho es los que se ha escrito y se ha hablado, hallazgos interesantes que han reposado en escritos de otros personajes importantes en la religión católica como San Gregorio Magno el cuarto papa de la historia, quien reconstruye la vida de San Benito a partir de los testimonios de personas cercanas, quienes dieron razón de su vida y fe a Dios.
Hoy por hoy, San Benito es considerado como el patrono de los europeos y patriarca de los monjes occidentales, su legado e influencia en la Religión Católica le hace de entre los Santos, constituirse como uno de los más venerados por los feligreses de la Iglesia. La oración a San Benito refleja lo que fue su vida, especialmente aspectos relacionados con el consuelo a los tristes, la curación a los enfermos y la importancia de la ayuda a los más necesitados, palabras sagradas que al ser invocadas logran un poder infinito.
Tuvo gran relación con la actividad del exorcismo, el gran poder que Dios coloco en sus manos dejo que en muchas ocasiones resucitara a los muertos y bajo su amor y fuerza, encontró en Cristo Crucificado los instrumentos necesarios para someter a los espíritus malignos con la famosa “Cruz de San Benito”